Incidente de un barco en Sada, el palo en un trasluchada ha quedado dañado, aunque no hay astillas, poco le falta.
Un descuido que no solemos tener en cuenta, como vigilar el amantillo de la botavara, pues puede engancharse en una cruceta y con el golpe brusco de la mayor al trasluchar hace trabajar a la jarcia de una manera para la que no está pensada y que la botavara empuje contra el mástil, pudiendo producir averías como las que se aprecian en estas fotos.